Tests de embarazo

¿Cuáles, cuándo, cómo y cómo de fiables son?

Hacerse una prueba de embarazo suele resultar  bastante estresante. Y puede ser más aún si no se está seguro de cómo funciona, de qué método utilizar y, sobre todo, si no se está seguro de la fiabilidad de los resultados. 

Vamos a ver los diferentes tipos de pruebas que hay, cuándo y cómo deben hacerse así como el grado de eficacia de cada una de ellas.

Un poco de historia

En 1925 se descubrió que los niveles elevados de la hormona HCG (gonadotropina coriónica humana) estaban, de alguna forma, relacionados con el embarazo. Sin embargo, no es hasta los años 70 que comienzan a comercializarse los test de embarazo a través de la medición ambulatoria de esta hormona. Los primeros test consistían en un complicado sistema con tubos de ensayo y los resultados tardaban horas en llegar. Además, el número de falsos negativos era demasiado alto.  No es hasta los años 80 que aparecen en el mercado pruebas más parecidas a las que conocemos hoy día. 

El primer test fue el de la tira reactiva de orina por el que, en tan solo 10 minutos y con un poco de orina sobre la tira, podía tenerse información clara. Esto sí, los test eran aún poco sensibles por lo que solía ser necesario esperar hasta dos semanas después de la primera falta para confirmar el positivo con garantías. 

La investigación hasta la fecha ha ido dirigida a mejorar la sensibilidad de los test a esta hormona HGC. Hoy en día, encontramos tests que ofrecen resultados fiables desde el primer día de retraso. Además, sobre todo en la última década, hay algunas pruebas digitales, muy fáciles de usar, que son  incluso capaces de detectar las semanas de embarazo en la que nos encontramos. Y todo, a un precio bastante asequible.

Diferentes tipos de test

Hay una gran variedad de marcas donde elegir en cuanto a tests de embarazo se refiere pero, tranquilas, no hace falta probarlas todas. Es más interesante saber cuándo y qué tipo de prueba utilizar según los casos. 

Test de ventana

Es el conocido Predictor, uno de los tests con más recorrido en la historia. También se le conoce como test del termómetro o de ventana.

En el test se requiere orinar sobre una especie de palito con un diseño que recuerda a los termómetros modernos. Unos minutos más tarde, la tira reactiva revela el resultado de la prueba, a menudo como un signo más o menos, una línea o dos líneas, o las palabras «embarazada» o «no embarazada» en una tira o pantalla. La mayoría de los casos las pruebas también tienen un indicador de control: una línea o símbolo que aparece en la ventana de resultados para comprobar que el test es está funcionando correctamente. Si no aparece la línea o el símbolo de control se deberá volver aprobar con otra tira reactiva diferente. 

Son los más utilizados por su sencillez, por ser los más económicos y por tener un grado de fiabilidad alto. Dependiendo de la sensibilidad del test, es decir la concentración de la hormona HCG que sea capaz de detectar, algunos prometen dar un resultado de embarazo temprano, incluso 3-5 o 7 días antes de la fecha en la que debería llegar la menstruación.

Aunque los hay ultra-sensibles, lo normal es que detecten 25mlU/ml, por lo que es posible que te encuentres un falso negativo sin serlo si lo realizas los primeros días de falta. También puede generar dudas si la raya no es clara. 

Se recomienda su uso para confirmar/descartar la sospecha de embarazo, una vez hay falta de regla. Sobre todo si se está buscando el embarazo y se prevé utilizar varios test al mes por su coste asequible.

Test por tiras reactivas LINK

Es el más básico de todos en cuanto a uso. Consiste en una tira reactiva a la hormona del embarazo que debes introducir en un recipiente donde previamente se ha depositado la orina y que suele venir incluido. Después, también hay que esperar unos minutos para obtener el resultado. El inconveniente es que son menos higiénicas y puede que las líneas de lectura no se vean tan precisas a la hora de interpretar el resultado.

Los hay de detección temprana, es decir, de alta sensibilidad a la hormona (detección de 10mlU/ml), por lo que han sido recomendados para tratamientos in-vitro. Son de gran fiabilidad incluso varios días antes del fin del ciclo, perfecto si eres impaciente. Son muy fiables aunque la raya a veces puede no ser lo suficientemente clara.

Si bien, hoy en día hay poca diferencia con los test de ventana. 

 

En este caso, si aparecen dos líneas, aunque sean débiles, el resultado es positivo. 

No son las más utilizadas, pero interesan a las mujeres que se realizan numerosos tests ya que son bastante económicos y vienen en packs de varias unidades. También son especialmente útiles si tienes períodos irregulares que puedan dar lugar a falsos negativos.
No se suelen vender en farmacias.

Test de cassette (link)

Es un poco más de lo mismo y quizá, algo más incómodo. 

En este caso se ha de orinar en un recipiente, no siempre incluido en el paquete, recoger unas gotas de orina con un gotero, sí incluido, y dejarlas caer sobre el dispositivo. En este caso es un aparato similar a un cartucho o a una cinta cassette con una ventana en la que depositar las gotas. 

El resultado también es por medio de líneas. Dos líneas indican que estás embarazada.

Test digital (link)

Estos dispositivos están especialmente diseñados para minimizar los resultados poco claros. Eliminan las conjeturas al ofrecer un resultado binario de forma precisa: sí o no.

Es el test más sofisticado. Y es el único que, además de confirmar el embarazo o no, indica  de cuántas semanas se está embarazada. El test tarda unos 3 minutos, que pueden hacerse eternos, pero tiene una alta precisión, del 99%.

Podría asemejarse al test de ventana pero, en lugar un lenguaje de rayas, utiliza una pantalla digital donde indica con exactitud si hay o no hay embarazo, y en caso de haberlo, ofrece la referencia aproximada en semanas.

El principal inconveniente es su elevado precio, es el más caro del mercado. 

Como curiosidad, la pila dura menos de un día por lo que no podrá conservarse el test como recuerdo ni tardar demasiado en mostrárselo a la pareja antes de que deje de funcionar la pantalla. 

Cuándo se debe realizar el test

La fiabilidad de los test es alta si bien a veces las prisas pueden jugarnos una mala pasada. La realización del test demasiado pronto podría ofrecernos un resultado equivocado. 

La gran mayoría de los test aseguran ser precisos desde el primer día de la falta de un período, o incluso antes. Sin embargo, es probable que se obtenga resultados más precisos si se espera hasta después del primer día del período perdido.

¿Por qué esperar? Apenas 15 días después de que un óvulo fertilizado se adhiera a su revestimiento uterino (implantación), se forma la placenta y comienza a producirse la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG). Esta hormona ingresa en el torrente sanguíneo y de ahí pasa a la orina, donde podrá ser medida con estos tests.

En el momento que se consolida la implantación, la concentración de la hormona HCG aumenta rápidamente, duplicándose cada dos o tres días. Por esta razón, cuanto antes se haga la prueba de embarazo, más difícil será para la prueba detectar la HCG porque habrá una menor concentración  de la misma.  La mayoría de test detectan la hormona a partir de una concentración de 20 mIU/ml (miliUnidades Internacionales por mililitro de orina).

Se ha de tener en cuenta que el momento de la ovulación puede variar de un mes a otro y el óvulo fecundado puede implantarse en el útero en diferentes momentos. Este momento influye directamente en la producción de HCG y determina el momento en el que podrá ser detectada. Si los ciclos son irregulares, es fácil errar en el cálculo de la fecha de ovulación por lo que realizar la prueba demasiado pronto puede acabar en un falso negativo, además de en un buen disgusto.  

Por tanto, aunque hay tests ultrasensibles que parecen detectar la hormona HCG desde la primera semana después de la concepción, lo más fiable es realizar un test de embarazo con, al menos, un día de retraso de la regla, si bien lo ideal sería realizar el test una semana después de la fecha prevista para el siguiente manchado. 

Aunque el test puede realizarse en cualquier momento del día, se recomienda utilizar la primera orina del día, que tiene mayor concentración de la hormona HCG. Y no beber demasiada agua si el test se va a hacer al final del día. 

¿Qué test elegir?

Dependiendo del momento en el que se pretenda realizar la prueba, se debe prestar atención al nivel de sensibilidad máximo del test. 

En un embarazo normal, la hormona del embarazo o HCG puede ser detectada en orina y en sangre solo 7 días después de la concepción. Los niveles de HCG continúan aumentando superando los 100 mlU/ml tras la primera falta y duplicando sus niveles cada dos días aproximadamente hasta alcanzar un rango de 11500-300000 mlU/ml en las semanas 10-12 de gestación, al finalizar el primer trimestre.

De 7 a 10 días después de la concepción hay una concentración de 10 mlU/ml o superior de HCG. Esto equivaldría, en ciclos regulares, a 4-5 días antes de la falta de menstruación.

De 10 a 14 días después de la concepción hay una concentración de 25 mlU/ml o superior. Esto equivaldría aproximadamente a la fecha en la que debería llegarte la regla. La mayoría de los test tiene esta sensibilidad estándar.

Según su sensibilidad, los test de embarazo podrían clasificarse en:

Test ultrasensible: detecta una concentración de HCG desde 5 mlU/ml Ejemplo: LINK

Test de alta sensibilidad: detecta una concentración de HCG de 10 a 15 mlU/ml

Test sensible: de 20 a 25 mlU/ml Ejemplo: LINK

Test estándar: de 25 a 50 mlU/ml Ejemplo: LINK

A partir del primer día de la falta de menstruación, siempre suponiendo que se trata de ciclos regulares, todos los tests de embarazo tienen una sensibilidad suficiente para detectar la presencia de la hormona del embarazo.

Falsos negativos y falsos positivos

Nos referimos a cuando el test da negativo y finalmente es un positivo, algo no poco frecuente; o a un resultado en el test positivo que luego no concluye en un embarazo, algo mucho más ocasional. 

Para evitar falsos negativos y que el resultado sea fiable, es conveniente seguir una serie de recomendaciones:

  • Seguir exhaustivamente las recomendaciones del fabricante del test elegido, tanto en cuanto al funcionamiento como a los días óptimos en los que se debe realizar la prueba. No todos los productos funcionan exactamente igual y, con los nervios, pueden no interpretarse suficientemente bien las instrucciones y las recomendaciones. Y si se aconseja esperar a determinado momento del ciclo para realizar el test, estos tiempos se debe respetar para minimizar las probabilidades de obtener un resultado erróneo. 
  • En caso de mujeres con ciclos irregulares las cuentas se complican, pudiendo haber quedado embarazadas varios días después de lo inicialmente calculado y tener más probabilidades de obtener un resultado erróneo si la prueba se realiza ajustando mucho los plazos. En cualquier caso, en estos casos se deberán repetir los tests pasados unos días para confirmar el resultado.
  • Se recomienda realizar el test a primera hora de la mañana. Nada más levantarnos, la orina tiene mayores concentraciones de HCG por lo que hay menos posibilidades de falsos negativos. Durante el resto del día también puede realizarse la prueba, pero, sobre todo si bebemos mucha agua, las concentraciones de la hormona bajan y el test podría no ser suficientemente sensible y no detectar la hormona. 
  • Se debe tener en cuenta que algunos medicamentos para la fertilidad u otros medicamentos que contengan HCG pueden interferir con los resultados de la prueba de embarazo. Sin embargo, la mayoría de los medicamentos, incluidos los antibióticos y las píldoras anticonceptivas, no afectan la precisión de las pruebas de embarazo caseras.
  • Por último, pero no por ello menos importante, es recomendable comprobar la fecha de caducidad del test!

De cualquier manera, ante la duda, la forma más segura de confirmar el embarazo será siempre a través de  un análisis de la hormona HCG en sangre.

¿Podría ser incorrecto un resultado positivo?

Aunque es raro, ya que se calcula un 97% de posibilidades de acierto si se ha realizado el test correctamente, es posible obtener un resultado positivo de una prueba de embarazo y finalmente que no se confirme el embarazo  Esto se conoce como falso positivo.

Puede suceder en caso de pérdida de embarazo poco después de que el óvulo fecundado se adhiriera al endometrio. Sería lo que se conoce como embarazo bioquímico. O podría suceder en caso de embarazos anembrionarios o anembriónicos (sin embrión), es decir,  cuando un óvulo que es fecundado pero que después de implantarse en el endometrio sólo acaba desarrollando el saco gestacional pero sin desarrollarse el embrión en su interior.

También puede darse un resultado falsamente positivo en mujeres con trastornos hormonales  o por contaminación con hormonas HGC artificiales residuales de medicaciones para la fertilidad. Esto suele ocurrir si el test se realiza demasiado pronto y el cuerpo aún no ha podido eliminar dicha hormona. 

Algunas enfermedades poco comunes, como las enfermedades trofoblásticas y algunos cánceres (tumores secretores de las gonadotropinas), también podrían producir una elevada cantidad de hormona gonadotropina coriónica, dando un resultado del test falsamente positivo. 

Y otra posibilidad sería en el caso de embriones ectópicos, es decir, aquellos que se producen fuera del útero o matriz, donde las posibilidades de que llegue a buen término son muy bajas pero sí se elevan los niveles de HCG. 

¿Podría ser incorrecto un resultado negativo?

Es posible obtener un resultado negativo de una prueba de embarazo cuando realmente se está embarazada. Esto se conoce como falso negativo. 

La principal razón para un resultado de falso negativo es realizar el test demasiado pronto en el ciclo gestacional. En caso de un resultado negativo debería volver se a realizar a la semana o recurrir al análisis de sangre que consigue detectar niveles de HGC desde los días 7 o 9 tras la concepción. 

Aunque, a veces es sólo cuestión de esperar tan sólo ¡unos minutos más! 

Las prisas pueden convertir en eternos los minutos necesarios para que el test reaccione. No es una locura contemplar el usar un cronómetro para esperar el tiempo que corresponde. 

Así que… un poco de paciencia y ¡mucha suerte!