¿Inseminación artificial o Fecundación en in vitro?
¿A quién va dirigida cada técnica? ¿Varían mucho las tasas de éxito?
En el post anterior os introducimos las técnicas de la Fecundación in Vitro y de la Inseminación Artificial, ahora que ya sabemos la parte más técnica vamos a valorar a nivel más particular cuál nos interesa
¿A quién va dirigida cada técnica?
La decisión sobre qué método utilizar suele tener que ver con el criterio médico si bien, en algunas ocasiones, son las pacientes las que deciden en base a criterios no médicos. Es el caso de personas que no quieren someterse a demasiada estimulación hormonal y eligen el protocolo de la INS. O es el caso de personas que, por razones éticas, no desean acumular demasiados embriones congelados y prefieren hacer una INS o una MiniFIV. O también podría ser el caso del condicionante económico, donde una familia prefiera probar una serie de INS por ser un procedimiento más barato, siempre que se cumplan los criterios médicos necesarios para elegir una INS.
Si no, en general, la inseminación artificial está recomendada para los casos con mejor pronóstico de fertilidad, es decir, para parejas con problemas menos graves a la hora de concebir. Para los casos en los que la fertilidad se retrasa pero no hay grandes inconvenientes fisiológicos manifiestos como baja calidad o cantidad de semen, alteraciones de la ovulación, problemas con las trompas o factores coitales.
Igualmente, a Inseminación Artificial está indicada en mujeres que al probar la Fecundación In vitro responden anormalmente a la estimulación ovárica, generalmente produciendo muchos más folículos de lo normal. Cuando ocurre esto generalmente la tasa de maduración de estos folículos no es buena y no suelen ser viables para fecundar. Estas pacientes podrían probar la INS o la MiniFIV.
- Pacientes jóvenes, menos de 35, con buena reserva ovárica.
- Endometriosis leves
- Alteraciones espermáticas leves
- Problemas de eyaculación o de erección
- Mujeres que ha sufrido hiperestimulación con la FIV
La Fecundación In Vitro está recomendada para personas con más
- Trompas obstruidas, que fue lo principal razón que motivó la investigación en esta técnica aunque luego se haya usado para muchos otros casos.
- Esterilidad masculina severa
- Endometriosis o adenomiosis severas
- Mujeres mayores de 35-37 años.
- Ovarios poliquísticos
- Necesidad de donantes por problemas mayores en alguno de los miembros de la pareja o por ser pare del mismo sexo
- Mujeres que no han respondido bien a la INS
¿Varían las tasas de éxito?
Generalmente se suele coincidir en que las FIV son más efectivas en cuanto a tasa de embarazo. Si bien, aunque la tasa es ligeramente más alta hay que tener en cuenta algunos detalles a la hora de interpretar los números.
En estas mediciones se contempla todo un proceso de FIV que incluye desde la estimulación, la punción ovárica para sacar los folículos, la fecundación, la vitrificación de los que no se vayan a transferir y tantos intentos de transferencia embrionaria como sean necesarios o bien hasta dar con un embarazado de éxito o bien hasta consumir las existencias de embriones vitrificados. De esta manera, la tasa acumulativa de éxito es más alta. En el caso de la INS solo hay un único intento de fecundación. Y es por esto que la tasa absoluta es considerablemente más baja.
En cuanto a cifras, aunque pueden bailar entre estudio y estudio y dependiendo de quién las publique sí que hay cierto consenso.
Las posibilidades de embarazo por un proceso de FIV completo en una mujer de menos de 35 años rondan el 40-50%. Y con óvulos de una donante, donde la edad de la donante es siempre la óptima y la edad de la receptora es algo menos determinante, sube hasta el 60-65%.
Las posibilidades de embarazo por INS suelen ser del 18% en mujeres de menos de 34 años. Pero a esta cifra habría que aplicarle un efecto corrector para poderla comparar con la anterior de la FIV. En caso de realizarse una media de 4 intentos de INS, para poderlo comparar con la media de transferencias de una FIV, la tasa de éxito acumulada del 45-50%.
En esta opción, la edad de la mujer es un condicionante importante llegando a bajar la tasa inicial hasta un 14% en mujeres entre 35 y 37 años o hasta el 11% en mujeres de más de 38 años.
Por si no lo sabías, el ratio de embarazo de la especie humana es, de natural, muy bajo si lo comparamos con otros animales en el planeta. En condiciones ideales, una pareja joven, fértil y sana que mantenga relaciones sexuales cuando corresponde tiene, como máximo, un 25% de posibilidades de lograr un embarazo viable. Y las posibilidades empiezan a descender progresivamente al cumplir los 30 años. El descenso se hace más acusado a partir de los 35 y cumplidos los 42 años, solo hay una tasa del 5% de embarazos de éxito de forma natural.