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Ciclo menstrual y noria emocional ¿Qué tiene de cierto?

Experimentar cambios de humor en los días justo antes del período es algo muy común y comentado entre las mujeres. Aunque, sobre todo, es comentado por los hombres 😉 

Si te sientes malhumorada, triste, irritable o simplemente más sensible antes del período, definitivamente no te lo estás imaginando. Hay mucho de cierto en ello y, como siempre, la química del cuerpo y la fisiología tienen las repuestas. Nueve de cada 10 mujeres dicen experimentar todos o algunos de los síntomas del síndrome premenstrual: los cambios de humor y la irritabilidad son los más comunes.

Lo que no resulta tan habitual, es hablar de cómo realmente el baile de hormonas afecta a cada momento del ciclo menstrual de la mujer, es decir, a cada semana de la vida de una mujer. Estos cambios pueden afectar tanto a las emociones como a la perspectiva de vida de la mujer y conocerlos puede ser una estupenda herramienta. Bienvenidas a la noria emocional!

En este sentido, vamos a analizar cada fase del ciclo menstrual y la repercusión que tienen las diferentes hormonas en el estado de ánimo de la mujer. 

La ciencia aún no ha aclarado del todo las causas originales de estos cambios de humor pero de lo que no hay duda es de que tienen que ver con la interacción entre las hormonas sexuales y ciertas sustancias químicas que funcionan como neurotransmisores en el cerebro y que inducen un comportamiento final en la mujer.  

A sitios donde no llega la ciencia sí llega la espiritualidad. El ciclo menstrual de la mujer puede no sólo ser concebido como un fenómeno meramente fisiológico, sino como una poderosa fuerza creativa que también afecta a la mujer a nivel psicológico y espiritual. Combinaremos en este post lo que dice la ciencia y lo que la evidencia de los ritmos femeninos ha dejado como legado más espiritual del proceso. 

Fase 1: Menstruación

Esta fase comienza el primer día del manchado y, normalmente, dura entre tres días y una semana.  La menstruación ocurre cuando un óvulo no ha sido fertilizado, causando que los niveles de estrógeno y progesterona bajen bruscamente y con ello se desencadene el desprendimiento y desintegración del endometrio. Las investigaciones muestran que es bastante común seguir sintiéndose un poco deprimido o experimentar cambios de humor durante los primeros días de período hasta que se vuelven a producir suficientes hormonas sexuales al comienzo de siguiente ciclo.

Durante esta fase, especialmente si viene acompañada de dolor sordo y duradero, puede aumentar el desánimo en la mujer y propiciar una actitud introspectiva y de recogimiento

Esta etapa es considerada como un momento de “muerte” y de introspección, donde se cierra un ciclo y comienza otro. Es en esta fase donde la mujer puede contactar con su parte oscura, fría y receptiva, que muchas veces resulta negada o no reconocida.  

Una visión más espiritual invitaría a las mujeres a dejarse morir y renacer cada mes, a imaginar este proceso fisiológico como una oportunidad para liberarse, pudiendo dejar atrás lo viejo y dándole la bienvenida a lo nuevo. Y no entender esta etapa como algo negativo sino como algo único de la mujer. 

Sería muy apropiado descansar suficientemente durante esta fase: dormir, soñar y meditar… Sin embargo, al no poder hacerlo por las exigencias sociales de nuestra sociedad, la mujer tiende a sufrir cansancio agudizado, irritación y frustración.

Fase 2: La fase folicular

Técnicamente, esta fase también comienza en el primer día del sangrado si bien durante la menstruación todavía la producción de hormona es muy bajita y no consigue generar cambios tan sustanciales a nivel cerebral.

Pasados los primeros días del manchado, el hipotálamo (una región del cerebro) estimula a la glándula pituitaria (también ubicada en el cerebro) para liberar la hormona que, a su vez, estimulará los folículos dentro del ovario para su maduración. Esto conduce a un aumento de la producción de la hormona estrógeno y a que comience a engordarse el revestimiento interno del útero, el endometrio.  

Es probable que, una vez que terminen los primeros días del período comience a brotar el ánimo y se encuentren las energías suficientes para emprender cosas.  Y esto es debido a que el estrógeno genera una señal en el cerebro similar a la que generan otras hormonas como la leptina que informa sobre el estado energético del cuerpo. La leptina, o los estrógenos subiendo, dan una señal que el cerebro recoge y que le convence que las reservas están llenas y, por lo tanto, puede ordenar acciones y motivación por hacer cosas. Si no hubiera esta señal de ‘suficiente energía’ el cerebro podría inhibir en la mujer cualquier pensamiento que supusiese un movimiento o gasto de energía.

En caso de tener un ciclo de 28 días, esta fase normalmente dura unas dos semanas. Y, además de sentir que aumentan los niveles de energía, las mujeres experimentan cierta claridad mental, agudeza mental y capacidad de memoria potenciada. La tolerancia al dolor también puede ser mayor en este periodo.

Desde el punto de vista espiritual, se trata de la fase del renacer después de la muerte. Es un momento en que el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para gestar un nuevo óvulo. Es una etapa dinámica y radiante, donde la mujer se prioriza como mujer frente a su funciones reproductivas.  Las mujeres sienten más confianza en sí mismas y tienen la necesidad de socializar. La concentración y la ambición se vuelven más fuertes, por lo que es en esta etapa del ciclo donde la mujer puede centrarse más en su trabajo o en sus proyectos personales. 

La sexualidad en esta etapa suele ser fresca y juguetona. Algunas se estancan en esta etapa e intentan (de manera antinatural) vivir de forma lineal (o sea, constante) bajo esta energía. Lo que da como resultado una mujer hipersociable, hipertrabajadora, desconectada de su lado más maternal y empático, y también de su lado oscuro, del que huye constantemente.

Fase 3: Ovulación

Es la fase más corta del ciclo. La ovulación sólo dura entre 16 y 32 horas y es cuando la mujer es más fértil. La naturaleza no podía fallar aquí. Bastante corta es esta fase como para que, además ‘pillara’ a la mujer de mala gana o con poca energía. ¡No habríamos sobrevivido hasta ahora como especie! 

Es decir, todo en el cuerpo se confabula para que esta fase sea la fase más pletórica para las mujeres. Reinan las  emociones positivas, la libido aumenta y los sentimientos están a flor de piel. Todo se siente más intensa y positivamente. 

Se ha relacionado este estado de expansión con el aumento brusco de la hormona luteinizante que se requiere para desencadenar la ovulación. 

La lectura más espiritual del ciclo menstrual habla de cómo está fase está caracterizada por la abnegación y el cuidado de otros, ambos temas relacionados con la maternidad. El interés por una misma se va desvaneciendo y la mujer suele mostar más necesidad de asumir responsabilidades y de “alimentar” proyectos e ideas que ya existen. La sexualidad de la mujer en esta etapa suele manifestarse como una experiencia de amor profundo y el deseo de compartir. Si presta atención, puede que note también que en esta etapa la gente busca más su ayuda y su apoyo.

Una mujer que se estanca en esta fase de su ciclo tendrá muchísimos problemas para decir que no, y fácilmente caerá en la trampa de convertirse en un “felpudo humano” para que no perder el amor de sus seres queridos.

Fase 4: La fase lútea

Esta fase dura otros 14 o 15 días, si el ciclo completo fuera de unos 28-30 días. Y, aunque los niveles de estrógenos van igualmente en aumento durante esta fase nunca llegarán a los niveles de la fase folicular. Ha habido una bajada fuerte durante la ovulación y habrá otra un par de días antes de la regla, que es cuando más se agudizan los síntomas.

A medida que pasan los días en esta fase es posible que la mujer comience a sentirte un poco lenta y distraída, así como irritable, triste, malhumorada e incluso enfadada con el mundo. Esta es la fase en la que comienzan a aparecer los síntomas del temido Síndrome Premenstrual (SPM). Para la mayoría de las mujeres, los síntomas del síndrome premenstrual comienzan entre cuatro y 10 días antes de que comience la menstruación.

La explicación para el desarrollo de los síntomas característicos de este Síndrome,  especialmente los relacionados con el estado de ánimo, se cree que tiene que ver con una disminución en los niveles finales de serotonina, la hormona de la felicidad. Si bien no está claro el mecanismo que lo provoca, los estrógenos son considerados agonistas de la serotonina y si los niveles no son óptimos podrían desencadenar esta sintomatología.

En este sentido, hay algunas cosas que podríamos hacer para potenciar los niveles de serotonina en el sistema como tener un intestino sano y alimentarse bien, dormir correcta y suficientemente y moverse.

En esta etapa, el óvulo ya ha sido liberado y no ha sido fecundado. Comienza entonces en las mujeres una necesidad de profundizar en el lado más interno de su ser. Esta es una etapa de gran creatividad, donde se puede aprovechar la energía que la mujer acumula cada mes para  hacer arte, explorar otros tipos de expresión creativa o, si fuera el caso, para crear una nueva vida en su vientre. Suele disminuir su capacidad de concentración y su tolerancia ante lo mundano, pero crece su intuición y su capacidad para soñar.

Espiritualmente se habla de que en esta fase hay una resistencia inconsciente de la mujer al hecho de no haber sido fertilizada que se manifiesta en alteraciones como hinchazón, dolores, irritabilidad, emocionalidad desbordada, etc. Se avecina un nuevo sangrado, una pérdida, una oportunidad perdida…

Y, una vez aquí… vuelta a empezar!

Referencias:

  • Eriksson, O. et al. Mood changes correlate to changes in brain serotonin precursor trapping in women with premenstrual dysphoria. Psychiatry Research: Neuroimaging. Volume 146, Issue 2, 31 March 2006, Pages 107-116
  • Gonda, X. et al. Patterns of mood changes throughout the reproductive cycle in healthy women without premenstrual dysphoric disorders. Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry. Volume 32, Issue 8, 12 December 2008, Pages 1782-1788
  • Reinhold G.Laessle et al. Mood changes and physical complaints during the normal menstrual cycle in healthy young women. Psychoneuroendocrinology. Volume 15, Issue 2, 1990, Pages 131-138
  • Gray, M Luna Roja: los dones del ciclo menstraul Editorial Gaia 2003