Métodos para la monitorización del moco cervical 

El moco cervical es uno de los grandes olvidados (y desconocidos) de la salud íntima femenina. Puedes ver la definición exacta del moco cervical en este otro artículo.

Hasta ahora se ha descubierto que tiene un papel clave en la búsqueda de embarazo.

 

De hecho, este moco cervical será de diferente color y textura según la etapa del ciclo menstrual, y según el momento del ciclo permite y facilita que el esperma se aloje en el cuerpo de la mujer y facilite el embarazo.

 

Según como sea la textura del moco cervical, los espermatozoides que entren en la vagina antes del momento de la ovulación se quedarán “flotando” en el moco cervical para sobrevivir más tiempo (entre 3 y 6 días) y conseguir fecundar un óvulo.

 

Pero claro, ¿cómo podemos saber cómo es el moco cervical? ¿Qué formas sencillas existen para poder monitorizar este moco cervical y conocer mejor los momentos fértiles de la mujer?

 

En este artículo veremos las formas que existen para poder analizar de forma casera el moco cervical para mejorar la fertilidad.

 

Actualmente existen tres métodos descritos para hacer el seguimiento del moco cervical. Anímate a conocerlos y ponerlos en práctica para poder realizar así un mejor seguimiento de tus días fértiles:

 

El Método de Ovulación Billings (MOB)

 

Con este método se invita a comprobar y trazar tanto la textura y como la apariencia del moco cervical. El método no se basa en la presencia de la ovulación sino que trata de identificar los patrones de fertilidad potencial y de infertilidad dentro del ciclo.

 

Esta información puede usarse para lograr el embarazo durante ciclos regulares o incluso irregulares, incluyendo momentos más complicados de analizar como son la lactancia materna y la perimenopausia (transición natural hacia la menopausia).

 

El método fue desarrollado por los ginecólogos John y Evelyn Billings y su uso está mundialmente extendido como método de regulación de fertilidad natural. Puedes descubrir más sobre el Método de Ovulación Billings en este libro

 

El método Creighton de evaluación del moco cervical

Este método es similar al método de ovulación Billings, con la  diferencia de que requiere que se clasifiquen las secreciones de acuerdo con una escala de características múltiples. Se trata de un sistema de registro del ciclo menstrual de la mujer estandarizado y con mediciones objetivas de los biomarcadores.

 

Sus creadores afirman que la fertilidad es una parte más de la salud, y no una patología (en su ausencia). Así, reconocen que el método Creighton es un método de planificación familiar: puede servir tanto para buscar un embarazo cuándo es el momento ideal; como para evitarlo en situaciones familiares en las que no se busca tener hijos.

 

Puedes descubrir más sobre los biomarcadores de fertilidad y todo el método Creighton en este libro

 

El método de los dos días

Este método es muy sencillo, pero muy revelador. Consiste en “simplemente” en hacerse dos preguntas durante dos días seguidos: ¿He tenido moco cervical hoy? ¿Y ayer?

 

Si la respuesta es sí a cualquiera de estas preguntas, las probabilidades de embarazo son más altas.

 

Puedes encontrar más información sobre este método en la web del Instituto de Salud Reproductiva de la Universidad de Georgetown.

 

Situaciones especiales en relación al moco cervical 

El moco cervical sigue su proceso en función de la cascada hormonal de la mujer, y va cambiando de una forma más o menos predecible.

 

De todas maneras, pueden darse casos en los que las mujeres tengan algún tipo de alteración en sus ciclos hormonales, y por lo tanto, que el moco cervical, su textura y su aspecto puedan ser diferentes. Estos casos podrían ser:

 

Moco cervical en ciclos irregulares o interrumpidos

Cuando los ciclos son irregulares o interrumpidos por anticonceptivos hormonales, cuando se diagnostica el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el síndrome de Turner, la cervicitis crónica o, incluso, tras un embarazo reciente, la cantidad y la calidad del moco cervical pueden verse afectadas.

 

Casos de deshidratación y moco cervical

La cantidad de agua que se consume puede afectar a la cantidad de agua en el moco, pudiendo esto aumentar o disminuir la capacidad de los espermatozoides para penetrar.

 

Infecciones persistentes del tracto reproductivo  

Dado que el moco cervical y las secreciones vaginales son difíciles de distinguir, los cambios en las secreciones vaginales como resultado de infecciones hacen más difícil el seguimiento del moco cervical.

 

Uso de ciertos medicamentos 

Algunos medicamentos, como los destinados a desencadenar la ovulación, pueden cambiar el moco cervical.

 

Del mismo modo, los DIU con levonorgestrel espesan el moco cervical para dificultar la penetración de los espermatozoides y, por lo tanto, evitar el embarazo.

 

Múltiples tipos de secreciones

Como dijimos, la presencia de fluidos de excitación o secreción vaginal puede confundirse con el moco cervical si aún no se está familiarizado con las diferencias entre uno y otro.

 

Es recomendable estudiarlos durante unos cuantos ciclos, observarse y practicar sobre las diferentes texturas.

 

El moco cervical como indicador de salud 

Los cambios en el patrón del moco cervical también pueden orientarnos sobre algún problema hormonal o infeccioso.

 

En caso de ser hormonal suele ir acompañado de cambios en la duración del ciclo y la intensidad del flujo.

 

En caso de infección, el moco suele ir acompañado de olor y otros síntomas como picor o dolor al orinar.

 

Los signos de secreción anormal incluyen cambios en:

  • Consistencia: inusualmente delgada o gruesa y más texturizada
  • Color: gris, verde, amarillo o marrón
  • Volumen: aumento significativo e inesperado de moco
  • Olor: metálico, a pescado o solo diferente, más fuerte.

 

Si sospechas que tu secreción vaginal no es normal consulta con tu ginecólogo lo antes posible.

 

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