Sin ser un proceso totalmente consciente, la idea de la infertilidad o la dificultad en concebir nos afecta a nivel muy primitivo si bien no a todos por igual.

El apoyo psicológico se convierte en un bastón para casi cualquier etapa del proceso: tanto para procesos de fertilidad natural como para procesos de fertilidad a través de técnicas reproductivas y tanto para el hombre como para la mujer.

En algunas ocasiones tan sólo será necesaria una charla donde encontrar un poco de sosiego y relajación sobre la circunstancia que toca vivir. En otras ocasiones, cuando la situación llega a condicionar nuestro estado anímico, se necesita un abordaje más directo, especializado y mantenido que nos ayude a reorientar la situación.

El objetivo final siempre será conseguir mantener una actitud saludable, positiva y realista de la situación para que el proceso en el que uno se embarca resulte, en cualquier caso, una experiencia positiva.

La ansiedad, la tendencia a la culpabilidad, la irascibilidad y la frustración son condiciones mentales que afectan a las relaciones de pareja y no favorecen la fertilidad, por lo que es necesario abordarlas para lograr el mejor escenario posible de cara a la concepción.