Microbiota y calidad seminal masculina

El papel de la microbiota seminal en la salud masculina, especialmente en la fertilidad e infertilidad es clave, teniendo en cuenta toda la literatura científica publicada hasta la fecha.

 

Tanto es así que los tratamientos capaces de modular el estado de la microbiota seminal se están empezando a tener en cuenta cuando hay procesos de fertilidad en marcha.

 

Qué dice la ciencia sobre la fertilidad masculina y la microbiota

 

Existen estudios que certifican la contribución de las bacterias en la hiperviscosidad seminal, generalmente relacionado con el exceso de proteobacterias (un tipo de bacterias, especialmente patógenos).

 

Además, también se ha confirmado su contribución a situaciones de oligoastenoteratozoospermia.

 

La oligoastenoteratozoospermia es una alteración del esperma en la que quedan afectados los 3 parámetros seminales que suelen observarse durante procesos de fertilidad: la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.

 

Así, los estudios determinan que la hiperviscosidad seminal puede darse cuando hay “caos” por disbiosis bacteriana, es decir, por abundancia de determinadas familias  bacterianas frente a otras que no siguen un equilibrio fisiológico.

 

Generalmente, estas disbiosis lo que provocan es el incremento de patógenos como la Neisseria, la Klebsiella y las Pseudomonas, debida a una pérdida continuada de Lactobacillus y de otros agentes probióticos que deberían mantener a los patógenos a raya.

 

Hoy en día, gracias a algunos estudios científicos, se habla de que la presencia de Anaerococcus en el fluido seminal podría ser ya un biomarcador para identificar la baja calidad de los espermatozoides.

 

Los tratamientos de fertilidad y la microbiota masculina

Ante la expansión del uso de técnicas de reproducción asistida, toda esta literatura científica cobra mucha más relevancia.

 

Hasta el momento, casi todas las intervenciones se centraban en la mujer, pero hoy ya se ha demostrado que la calidad espermática de los hombres es mucho peor que la de hace 20 años.

 

Por este motivo, es imprescindible tomar nuevos abordajes ante problemas de fertilidad.

 

La infertilidad es una condición cada vez más común.

 

¿Cómo afecta la microbiota en la fertilidad masculina? 

La bacteriospermia y el reclutamiento de leucocitos seminales, el deterioro de la espermatogénesis, la función de los espermatozoides y la obstrucción del tracto genital, pueden afectar la calidad de los espermatozoides y por ende la fertilidad masculina.

 

La presencia bacteriana en el semen reduce la concentración y la viabilidad de los espermatozoides.

 

La bacteria E. Coli del semen, por ejemplo, induce la activación de leucocitos que liberan sustancias proinflamatorias y oxidantes, lo que implica daños tanto en el propio espermatozoide, afectando a su movilidad; como en los tejidos, afectando a su morfología.

 

Sin embargo, es importante destacar que la investigación sobre la microbiota del tracto genital masculino siempre ha ido rezagada con respecto a las investigaciones en otros sitios del cuerpo.

 

Y poco o nada se ha estudiado sobre los cambios que desarrolla esta microbiota a lo largo de la vida de los hombres. Aún falta mucho por estudiar, ya que la mayoría de los datos sobre las interacciones entre los espermatozoides y las bacterias se derivan de estudios in vitro, en condiciones que pueden no imitar con precisión las condiciones in vivo.

 

Diferencias entre la microbiota masculina y femenina

El semen posee una mayor diversidad de bacterias que la microbiota vaginal de forma fisiológica. Puedes ver las características e influencias de la microbiota femenina en la fertilidad en este artículo.

 

En comparación con ésta, el semen está formado por  una microbiota más compleja compuesta por Lactobacillus spp., Staphylococcus, Streptococos, bacterias corineformes y varios microorganismos anaerobios.

 

La microbiota del tracto genital masculino es principalmente aquella que se encuentra en la zona urinaria, uretra y surco coronal.

 

Así, que, si bien la microbiota genital masculina comparte el 85% de las especies bacterianas con la microbiota vaginal, es menos rica y más diversificada.

 

Interacciones entre la microbiota femenina y masculina en las relaciones sexuales

Se ha evidenciado que la microbiota masculina provoca una respuesta inmune adaptativa en los tejidos cervicales de la mujer, lo que induce un cambio significativo en la microbiota vaginal de ésta después del coito sin protección.

 

De esta forma, las parejas llegan a compartir microbiota sana pero también la patógena,  contribuyendo al desarrollo de infecciones de transmisión sexual.

 

Podría pensarse entonces en que una buena microbiota de una de las partes de la pareja podría utilizarse como tratamiento y resultar beneficiosa para la otra, pero hay poca información sobre la transmisión de especies bacterianas e interacciones beneficiosas entre la microbiota de las parejas.

 

Lo que sí parece interesante es que las relaciones habituales entre dos personas crean una microbiota compartida determinada a la que ambos cuerpos se adaptan.

 

Sus sistemas inmunológicos viven tranquilos con el nuevo equilibrio y esto sí que puede tener un efecto y una repercusión interesantes en los tratamientos de fertilidad.

 

Evidencia científica para mejorar la fertilidad a través de la microbiota

Ha quedado evidenciado cómo los fármacos antimicrobianos en las parejas masculinas de mujeres con vaginosis bacteriana pueden ejercer efectos beneficiosos en la reducción de la recurrencia de la enfermedad.

 

Además, la suplementación con prebióticos ha demostrado la capacidad de mejorar algunos parámetros del semen tanto en modelos animales como en seres humanos.

 

En  un estudio se evaluó la suplementación de 6 semanas con Lactobacillus y Bifidobacterium en hombres con alteraciones en el seminograma y se comprobó la mejoría en la motilidad de los espermatozoides así como la reducción del porcentaje de fragmentación del ADN de los espermatozoides en varones astenozoospérmicos (con una reducción de la cantidad de espermatozoides móviles).

 

Otro estudio ha verificado que la administración diaria de Lactobacillus paracasei, arabinogalactano, fructooligosacáridos y La l-glutamina durante un período de 6 meses mejora el recuento y la motilidad de los espermatozoides y que consigue reducir la tasa de formas atípicas.

 

Estas evidencias pueden allanar el camino para nuevas estrategias terapéuticas ante problemas de fertilidad, aunque hay que conseguir confirmar estas hipótesis con estudios más amplios.

 

Ahora que ya conocemos la importancia de la microbiota en los hombres la pregunta es, ¿cómo puedo mejorarla? Para esto, te recomendamos ver estrategias para mejorar la microbiota y promover la fertilidad en este otro artículo.

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