Todo lo que quieres saber sobre el moco cervical y la fertilidad (y no te atreves a preguntar) 

 

Cuando hablamos de fertilidad femenina, hay muchísimas cosas a tener en cuenta: la alimentación, el ejercicio físico, el peso… Pero, ¿tiene el moco cervical algo que ver con las posibilidades de concebir?

 

¿Qué es el moco cervical fértil?

Este fluido corporal tan interesante, inteligente y tan útil como muchos otros en el cuerpo, es un tema demasiado poco tratado.

 

¿Puede que por tabú social? ¿Por un exceso de sexualización de la fisiología femenina? ¿Quizás por herencia cultural?

 

Sea como sea, aun hoy, plataformas como Instagram bloquean las publicaciones que muestran los diferentes tipos de moco cervical que cuelgan las mujeres que tienen dudas, que preguntan, que quieren saber más…

Parece que estas fotos violan la política de la plataforma sobre “desnudez y pornografía”.

 

En las universidades de Medicina, tampoco se presta especial atención al estudio de las modificaciones de este moco cervical por lo que, a la larga, terminamos por carecer de los conocimientos esenciales sobre cómo funciona el cuerpo de la mujer.

 

El cuerpo de la mujer ofrece señales sobre su funcionamiento. Resulta interesante dejar de lado todo aquello que no sea el conocimiento de los procesos fisiológicos para ayudarnos a entender lo que ocurre en cada momento del ciclo vital de una mujer.

 

Y, especialmente, si se está buscando un embarazo, el moco cervical ofrece muchos datos a la mujer para poder actuar con conocimiento sobre su capacidad fértil.

 

Diferencias entre moco cervical y fluido vaginal

El moco cervical es un líquido secretado por el cuello uterino en respuesta a una serie de hormonas sexuales. Es el encargado de facilitar el camino a los espermatozoides hacia el tracto reproductivo superior para que puedan encontrarse con un óvulo y fertilizarlo.

 

Su aspecto (color, textura) y las sensaciones de humedad o lubricación que producen en la mujer dependen de los niveles de estrógeno y de progesterona durante el ciclo. Como los niveles de hormonas cambian a lo largo del ciclo, también lo hace el moco cervical.

 

Monitorear este moco cervical puede resultar de gran ayuda para conocer en qué momento del ciclo nos encontramos. De cara a la fertilidad, es de gran utilidad para identificar los días fértiles de la mujer.

 

El flujo vaginal, por su parte, está formado por el moco cervical y por aceites de las glándulas vaginales. Entonces, si bien el moco cervical es un componente del flujo vaginal, el flujo vaginal no siempre contiene moco cervical.

 

Además, la vagina de la mujer puede segregar otro tipo de fluidos en determinados momentos de estimulación sexual, son los llamados fluidos de excitación. Son claros, húmedos y resbaladizos y su misión principal es la de preparar al tracto vaginal para una posible penetración.

 

Una diferencia clave entre los fluidos de excitación y el moco cervical es que los fluidos de excitación se secan y desaparecen en una hora.

 

Moco cervical, ovulación y fertilidad

El moco cervical cambia en cantidad, color y consistencia dependiendo del momento del ciclo menstrual en que se encuentra la mujer. Hacer un seguimiento y aprender a entender estos cambios puede ayudar a la mujer a identificar su momento de ovulación y, con ello,  también la ventana fértil.

 

Los días más fértiles para una mujer son los cinco días antes de la ovulación y las 24 horas después de la ovulación.

 

Un estudio de 2004 identificó que los métodos basados en el moco cervical para rastrear la fertilidad, así como el método de la temperatura corporal basal o el monitoreo de la hormona luteinizante urinaria (LH), pueden predecir con bastante precisión la posibilidad de concepción.

 

El estudio mostró que la probabilidad de concepción era más alta en los días en que estaba presente el tipo de moco cervical más fértil.

 

Cómo identificar el moco cervical de cada etapa del ciclo menstrual

Hemos visto que los diferentes niveles de hormonas son los condicionantes de las características del moco cervical.

 

El moco cervical en la primera fase del ciclo

En la primera fase del ciclo abundan los estrógenos. El aumento de los niveles de estrógeno estimula la producción de secreciones cervicales para facilitar el paso de los espermatozoides.

 

El moco cervical después de la ovulación

Después de la ovulación, en la segunda parte del ciclo, la progesterona es la hormona más relevante. Con el objetivo de evitar la migración del esperma y la entrada de potenciales patógenos, esta hormona hará que el moco cambie de textura y coloración volviendo la zona algo menos “practicable”.

 

Cómo analizar el moco cervical

Para poder analizar el moco cervical será necesario revisar los restos de moco, bien observando la ropa interior o el papel higiénico, antes de orinar, o bien utilizando los dedos (índice y medio) para recoger algo de muestra de la vagina.

 

Es importante fijarse en el color y la textura del líquido que queda entre las yemas de los dedos.

 

Truquito extra: si al colocar los dedos con el moco cervical en un vaso de agua, el moco queda pegado a los dedos o, en caso de ser mucha cantidad, cae al fondo del vaso se trataría de moco cervical. En caso de que fuera fluido vaginal, éste tendería a deshacerse poco a poco con el agua.

 

Tipos de moco cervical durante el ciclo menstrual

Estos serían los diferentes tipos de moco cervical a lo largo del ciclo menstrual:

 

Moco cervical con la regla: no se aprecia correctamente

Al bajar la regla comienza un nuevo ciclo. A medida que avanzan los días, el  nivel de estrógenos va aumentando pero, al inicio del periodo el sangrado no dejará analizar correctamente los cambios en el moco cervical.

 

Moco cervical justo tras la regla: sequedad

Los estrógenos todavía están en aumento pero es probable que aún no se sienta demasiado moco.

La sensación de sequedad tras la retirada de la regla es normal. Habrá que esperar unos días más para notar los efectos del estrógeno con más claridad.

 

Moco cervical justo antes de la ovulación: pegajoso, blanco, cremoso

Justo antes de la ovulación, unos días antes de la mitad del ciclo, aumentan los niveles de estrógenos, por lo que el moco cervical ya se aprecia mejor.

 

Se volverá más turbio o pegajoso. Al principio, puede ser espeso y pegajoso para pasar a convertirse en algo  más húmedo y cremoso, como una loción.

 

Puede tener un aspecto blanquecino o incluso amarillento (sobre todo si está seco en la ropa interior). En un ciclo menstrual de 28 días, se puede notar este fluido por primera vez alrededor del día 9 o 10.

 

Moco cervical el día de la ovulación: claro, elástico, resbaladizo (como clara de huevo)

El pico de estrógenos y de la hormona LH  o luteinizante genera el moco más fértil, también denominado moco de pico.

 

La cantidad de líquido secretado es diferente para cada mujer pero la textura siempre será resbaladiza, clara y elástica, semejante a la clara de un huevo crudo.

 

La ovulación es un periodo corto. La vida media de un óvulo es entre 12 y 24 horas por lo que, para aumentar la ventana de fertilidad se juega con la vida útil de los espermatozoides, que puede ser de entre 3 y 6 días.

 

Los espermatozoides que entran en la vagina antes de la ovulación pueden ser suspendidos en este fluido, permitiéndoles sobrevivir más tiempo en el ambiente vaginal, que de otra manera sería ácido. No te pierdas más información sobre los días fértiles en este post que publicamos anteriormente.

 

Moco cervical tras la ovulación (fase lútea): pegajoso, seco.

Después de la ovulación, por la bajada de los estrógenos, es probable que el moco desaparezca. Los niveles altos de progesterona, la hormona dominante en esta fase, actúan para inhibir la secreción de líquido de las células epiteliales del cuello uterino. El fluido puede volverse pegajoso o viscoso, o simplemente seco y ausente.

 

Hacer un buen seguimiento del moco cervical puede suponer un reto. Al inicio pensarás que no ves diferencia alguna pero según cojas práctica, la cosa mejora.

 

Los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud indican que el 93% de las mujeres pueden identificar y distinguir con éxito el moco cervical fértil e infértil al rastrearlo ellas mismas.

 

En el próximo post descubrirás métodos para monitorizar el moco cervical y poder usarlo para mejorar tu fertilidad.