Métodos para la monitorización del moco cervical.

Existen tres métodos descritos para hacer el seguimiento del moco cervical. Anímate a conocerlos y ponerlos en práctica para poder realizar así un mejor seguimiento de tus días fértiles:

 

  • El método de ovulación Billings: con este método se invita a comprobar y trazar tanto la textura y como la apariencia del moco cervical. El método no se basa en la presencia de la ovulación sino que, trata de identificar los patrones de fertilidad potencial y la infertilidad dentro del ciclo. Esta información puede usarse para lograr el embarazo durante ciclos regulares o incluso irregulares, incluyendo lactancia materna y la peri menopausia. El método fue desarrollado por los ginecólogos John y Evelyn Billings y su uso está mundialmente extendido como método de regulación de fertilidad natural.
  • El método Creighton: este método es similar al método de ovulación Billings con la  diferencia de que requiere que se clasifiquen las secreciones de acuerdo con una escala de características múltiples. Se trata de un sistema de registro del ciclo menstrual de la mujer estandarizado y con mediciones objetivas de los biomarcadores.
  • El método de los 2 días: este método consiste en hacerse dos preguntas durante dos días seguidos: ¿He tenido moco cervical hoy¿ ¿Y ayer? Si la respuesta es sí a cualquiera de estas preguntas, las probabilidades de embarazo son más altas.  Puedes encontrar más información sobre este método en la web del Instituto de Salud Reproductiva de la Universidad de Georgetown

 

Te puede interesar: 

 

Algunas situaciones especiales que hacen variar el moco cervical

El moco cervical sigue su proceso en función de la cascada hormonal de la mujer. Pero en caso de que las mujeres tengan algún tipo de alteración en sus ciclos hormonales éste puede verse afectado. Estos casos podrían ser:

 

  • Ciclos irregulares o interrumpidos:

Cuando los ciclos son irregulares o interrumpidos por anticonceptivos hormonales, cuando se diagnostica el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el síndrome de Turner, la cervicitis crónica o, incluso, tras un embarazos reciente, la cantidad y la calidad del moco cervical pueden verse afectadas.

  • Deshidratación:

La cantidad de agua que se consume puede afectar a la cantidad de agua en el moco, pudiendo esto aumentar o disminuir la capacidad para penetrar de los espermatozoides.

  • Infecciones persistentes del tracto reproductivo:

Dado que el moco cervical y las secreciones vaginales son difíciles de distinguir, los cambios en las secreciones vaginales como resultado de infecciones hacen más difícil el seguimiento del moco cervical.

  • Ciertos medicamentos:

Algunos medicamentos, como los destinados a desencadenar la ovulación, pueden cambiar el moco cervical. Del mismo modo, los DIU con levonorgestrel espesarán el moco cervical para dificultar la penetración de los espermatozoides y por lo tanto evitar el embarazo.

  • Múltiples tipos de secreciones:

Como dijimos, la presencia de fluidos de excitación o secreción vaginal puede confundirse con el moco cervical si aún no se está familiarizado con las diferencias entre uno y otro. Es recomendable estudiarlos durante unos cuantos ciclos, observarse y practicar sobre las diferentes texturas.

 

Si el moco cervical no aparece o si las cosas no van del todo bien…

Los cambios en el patrón del moco cervical también pueden orientarnos sobre algún problema hormonal o infeccioso. En caso de ser hormonal suele ir acompañado de cambios en la duración del ciclo y la intensidad del flujo. En caso de infección, el moco irá acompañado de olor y otros síntomas como picor o dolor al orinar.

 

Los signos de secreción anormal incluyen cambios en:

  • Consistencia: inusualmente delgada o gruesa y más texturizada
  • Color: gris, verde, amarillo o marrón
  • Volumen: aumento significativo e inesperado de moco
  • Olor: metálico, a pescado o solo diferente, más fuerte.

 

Si sospechas que tu secreción vaginal no es normal consulta con tu ginecólogo lo antes posible.

 

Te puede interesar: