Somos la primera generación que sabe más de anticoncepción que de fertilidad

Si lo piensas bien ahora mismo la sociedad, y sobre todo los jóvenes, saben más de anticoncepción que de fertilidad.

Como sociedad, hemos logrado un gran avance en cuanto a prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Los diferentes métodos anticonceptivos y cómo protegen al individuo es algo conocido por casi todo el mundo.

También se han derribado barreras en cuanto a que se habla de ello con naturalidad. Los padres, tutores y educadores hablan sin tabús con los más jóvenes de ello. Para que cuenten con la información necesaria para no poner en riesgo su salud.

Sin embargo, el tema de la fertilidad (o mejor dicho, la infertilidad) aún es un tema del que se evita hablar en la mayoría de las situaciones. Por no incomodar o porque es un asunto que provoca tristeza y frustración.

Atención, spoiler: si buscas un alegato contra la anticoncepción, no lo vas a encontrar. En Tienda Fertilidad creemos que cada persona tiene circunstancias y necesidades únicas. Y que hay que dar soluciones a todos, desde el máximo respeto a la individualidad.

Lo que sí vamos a tratar es de dar relevancia a algo importante: que también es necesario dar visibilidad a los temas relativos a la infertilidad. Fundamentalmente de cara a evitar frustraciones, vergüenza o incomprensión.

Vamos a tratar este tema con profundidad.

 

¿Por qué se habla más de anticoncepción que de fertilidad?

Siempre se ha dicho que más vale prevenir que curar. Por eso, en las últimas décadas se ha hecho un gran esfuerzo por promover la información respecto a los métodos anticonceptivos.

Desde los primeros años de la pubertad, se dota a los jóvenes de información para que utilicen el preservativo como protección ante enfermedades de transmisión sexual. También como anticonceptivo.

Además, la mayoría de las mujeres en edad fértil y sin pareja estable deciden tomar píldoras anticonceptivas, ponerse DIUs, parches, anillos vaginales, etc.

Cada vez más, también los hombres acuden a tratamientos hormonales, como la píldora anticonceptiva masculina, geles o de manera más definitiva, la vasectomía.

Así que el tema de la prevención está muy controlado.

Sin embargo, llegado el momento de tener hijos, se sigue dando por sentado que solo hay que dejar que la naturaleza siga su curso.

¿Acaso no es necesario conocer ayudar al organismo para que esté en condiciones óptimas para concebir?

De hecho, tras años de utilizar anticonceptivos hormonales, seguramente necesites un tiempo para que tu cuerpo elimine todo su rastro.

Cada vez se retrasa más la edad de búsqueda del primer embarazo de las mujeres. Y esto también hace que las probabilidades de éxito sean menores.

Así que cuando el embarazo no llega tras meses de intentarlo, aparecen las frustraciones, las dudas, las inseguridades, etc. 

Y como no es algo “normal”, no se comenta. Como si requerir ayuda a especialistas en fertilidad fuese algo de lo que avergonzarse.

Hablamos con naturalidad de los embarazos, pero no de los intentos…

 

¿Cómo afecta a la fertilidad la toma de anticonceptivos?

Ya hemos comentado que tomar anticonceptivos nos parece la mejor manera de controlar la planificación familiar. Cada persona tiene un reloj biológico diferente, y su grado de madurez emocional también influye.

Pero no debemos caer en la trampa de los falsos mitos. No existe evidencia científica de que los anticonceptivos hormonales tengan ninguna relación con los problemas de fertilidad.

Que una mujer tenga mayor o menor facilidad para quedarse embarazada no depende de si tomó anticonceptivos durante años.

De hecho, hay mujeres que en cuanto dejan de tomar la píldora se han quedado embarazadas.

Sí que afectan otra serie de factores como la edad, la genética, la alimentación, el estrés, los malos hábitos (tabaco, alcohol, drogas), y un largo etcétera.

Por eso, ante la menor duda de que podría haber dificultades para conseguir un embarazo, lo mejor es acudir a unespecialista en fertilidad con capacidad para evaluar al paciente tanto física como mentalmente.

 

¿Cómo enfrentarnos a los problemas de fertilidad?

Cuando algo te preocupe, lo mejor es compartirlo con alguien. Hablarlo.

El hecho de no poder contar nuestros problemas, de la naturaleza que sean, no beneficia a nuestra salud.

El miedo, el estrés, la frustración, los temores, la vergüenza son sentimientos que afectan a nuestro estado de ánimo y también generan tensiones musculares. Si nuestro cuerpo no está bien, ¿cómo va a funcionar con normalidad?

Llegado el caso de que necesites ayuda médica, ¿qué tiene de malo? ¿Acaso no acudimos al médico cuando tenemos un resfriado? ¿No es lo mismo?

Debemos ser capaces de romper con el tabú: la infertilidad no es motivo de vergüenza.

Atrás quedaron las épocas en las que se cuestionaba la virilidad del hombre o aquello de “no ser una mujer completa” si no se tenían hijos.

Así que el mejor consejo que podemos darte es: mantén la calma y trátalo con naturalidad.

Busca ayuda profesional y valora tus opciones, que son muchas.

Cómo superar el choque emocional cuando el embarazo no llega

Todos sabemos que a pesar de los avances en medicina, no siempre se consigue ese embarazo tan deseado.

En esos momentos tan duros es donde más se echa en falta la educación emocional. Nadie nos prepara para ese momento de aceptación de una realidad tan dura.

Si hablar sin tapujos de problemas de fertilidad aún es una barrera, lo de no conseguirlo a pesar de haber pasado por tratamientos médicos se hace mucho más cuesta arriba.

Sin duda es una mala noticia. Y como cualquier otra decepción en la vida, la asimilación requiere de ayuda. En muchos casos de psicólogos.

No es un tema del que se hable aún con naturalidad.

Aunque la tendencia, en un mundo hiperconectado y con información disponible desde cualquier móvil, es que estas barreras están desapareciendo.

Así que no es difícil conseguir información, conocer grupos de apoyo y buscar ayuda online.

Sin embargo, no es la solución. Necesitas una atención personalizada y de manos de un profesional.

Si vas a acudir a un centro de fertilidad, no olvides preguntar si cuentan con psicólogos que te acompañen durante todo el proceso. 

Te ayudará durante el proceso a canalizar ese cóctel de sentimientos por los que vas a pasar. También te ayudará a no tirar la toalla a mitad de camino o a sobrellevar esa tristeza si en algún momento la evidencia médica recomienda no seguir intentándolo.

Si te apetece saber qué otros factores tener en cuenta para elegir clínica de reproducción asistida, échale un vistazo a este otro artículo. Cómo escoger la mejor clínica de reproducción asistida

También te enlazo aquí este artículo que me parece muy interesante en el que vas a encontrar un lista de lirbos sobre fertilidad, ya sea para entenderla, para alimentarnos en pro a la fertilidad o conocer historias de parejas y mujeres que han pasado por todo esto antes que nosotras: 📚 Los mejores libros para aprender sobre fertilidad y embarazo