Reserva ovárica y fertilidad: cómo influye en la capacidad de concebir
La reserva ovárica es uno de los términos más mencionados cuando hablamos de fertilidad femenina. Se refiere al número de ovocitos (óvulos inmaduros) con los que nace una mujer, un capital biológico limitado que se va reduciendo con el paso de los años. A diferencia de otros órganos o tejidos, los ovarios no regeneran óvulos: el número con el que se nace es el que acompaña a lo largo de toda la vida fértil.
Se estima que al nacer una niña cuenta con aproximadamente un millón de ovocitos. En la pubertad esa cifra ya ha descendido hasta unos 400.000. En cada ciclo menstrual, decenas de folículos inician su maduración, pero solo uno llega a ovular, mientras que los demás se pierden en el proceso. Esta dinámica implica que en cada menstruación desaparezcan alrededor de mil ovocitos.
Con este ritmo de pérdida, no sorprende que hacia los 35 años la reserva ovárica se haya reducido hasta un 10% del número inicial. Por eso, la edad se considera uno de los factores más determinantes en la fertilidad femenina: cuanto mayor es la mujer, menos ovocitos quedan disponibles y, además, disminuye su calidad.
La edad, un factor clave pero no el único
Aunque la reserva ovárica influye de forma decisiva en la fertilidad, no se trata de un indicador absoluto. Hay mujeres con baja reserva ovárica que logran embarazo de forma espontánea y otras con buena reserva que encuentran obstáculos. Esto se debe a que la fertilidad no depende solo de la cantidad de ovocitos, sino también de la calidad ovocitaria, la salud uterina, los niveles hormonales y la calidad espermática.
Dicho de otro modo: la reserva ovárica es un dato muy útil, pero no explica por sí sola el potencial reproductivo.
Cómo se mide la reserva ovárica
Existen varias pruebas médicas que permiten estimar cuántos óvulos permanecen en los ovarios y cómo responden estos al ciclo menstrual:
Hormona Antimülleriana (AMH)
La AMH es una hormona producida por las células de los folículos en crecimiento. Su medición mediante un análisis de sangre es una de las pruebas más empleadas para estimar la reserva ovárica.
- Valores altos: sugieren un número elevado de folículos en desarrollo y, por tanto, mayor probabilidad de ovulación.
- Valores bajos: suelen indicar baja reserva, fallo ovárico prematuro o proximidad a la menopausia.
En general, se considera que cifras por debajo de 1 ng/ml son indicativas de baja reserva ovárica.
Sin embargo, la AMH debe interpretarse con cautela. En el síndrome de ovario poliquístico (SOP), por ejemplo, los ovarios presentan un gran número de folículos que no llegan a madurar. Esto eleva artificialmente la AMH, pero no significa que la fertilidad sea buena.
Ecografía con recuento de folículos antrales
La ecografía transvaginal realizada al inicio del ciclo permite contar los folículos antrales, pequeñas estructuras en las que se desarrollan los óvulos inmaduros. Este recuento ofrece información directa y muy fiable sobre la reserva ovárica real.
FSH y otras hormonas
La hormona folículo estimulante (FSH) es otra de las piezas clave. Se produce en el cerebro (glándula hipófisis) y tiene la misión de estimular a los ovarios para que maduren los ovocitos.
- Cuando la FSH aparece elevada, significa que el cerebro está “esforzándose” demasiado porque los ovarios responden con dificultad.
- Cuando la FSH está muy baja, puede indicar que la orden de estimular el ovario ni siquiera se está transmitiendo.
Por eso, la combinación de pruebas (AMH, ecografía y FSH) es la mejor forma de obtener una visión realista de la reserva ovárica.
Calidad frente a cantidad
Una de las ideas más importantes a la hora de hablar de fertilidad es que no basta con tener muchos óvulos. La calidad de los ovocitos es determinante. De hecho, un solo óvulo viable puede ser suficiente para conseguir un embarazo.
En tratamientos de reproducción asistida esto es especialmente evidente. Una respuesta excesiva a la estimulación puede producir un gran número de ovocitos, pero muchos de ellos pueden ser anormales y no aptos para fecundación. Por eso, los protocolos modernos buscan un equilibrio que priorice la calidad frente a la cantidad.
La paradoja de la AMH y la FSH
El cuerpo humano está diseñado para evitar tanto excesos como carencias. La hormona AMH, además de reflejar la reserva ovárica, actúa como regulador natural de la FSH. Cuando hay demasiados folículos estimulados, la AMH frena la acción de la FSH para evitar una ovulación múltiple que pondría en riesgo a la madre y al futuro embarazo.
Esto explica la llamada paradoja de la antimülleriana baja: hay casos en los que una FSH reducida se acompaña también de una AMH baja, sin que esto implique necesariamente una baja reserva ovárica real.
Baja reserva ovárica: qué opciones existen
La baja reserva ovárica es uno de los retos más complejos en reproducción asistida. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado diferentes estrategias y protocolos de estimulación diseñados para optimizar la respuesta de los ovarios:
- Uso de altas dosis de gonadotropinas.
- Protocolos con microdosis de GnRH-a.
- Doble estimulación en fases folicular y lútea.
- Estimulación con bajas dosis de hCG en los primeros días del ciclo.
- Ciclos naturales o modificados, cuando la estimulación convencional no es adecuada.
En algunos centros se están incorporando incluso herramientas de biología molecular, como el estudio de mutaciones o polimorfismos, para personalizar la elección del tratamiento.
Factores que afectan a la reserva ovárica
Aunque no es posible aumentar la reserva, sí se pueden evitar conductas que aceleran su desgaste:
- Tabaquismo: reduce de forma significativa la reserva y adelanta el fallo ovárico.
- Obesidad: estudios han demostrado que las mujeres obesas presentan niveles más bajos de AMH, lo que refleja un entorno metabólico desfavorable para la fertilidad.
- Cirugías ováricas: la extracción de quistes, especialmente los endometriósicos, puede disminuir la reserva.
Por otro lado, hay factores que sorprenden porque no parecen tener impacto real. Ni el uso prolongado de anticonceptivos, ni la edad de la primera menstruación, ni siquiera varias estimulaciones previas parecen modificar de forma concluyente la reserva. En cambio, sí se ha demostrado una influencia genética: las hijas de mujeres con menopausia precoz tienden a repetir ese patrón.
¡Idea clave!
La reserva ovárica es un elemento fundamental en la fertilidad femenina, pero no lo explica todo. Evaluarla mediante AMH, ecografía y FSH aporta una visión global, aunque siempre debe interpretarse en conjunto con la edad, los antecedentes médicos y los hábitos de vida.
No se puede incrementar el número de ovocitos disponibles, pero sí es posible proteger la reserva evitando factores dañinos como el tabaco, la obesidad o las cirugías innecesarias. Y, sobre todo, conviene recordar que en fertilidad la calidad pesa más que la cantidad: a veces un único óvulo viable es suficiente para lograr el embarazo.
Aquí tienes un video en el que te hablo sobre la hormona antimülleriana, cómo medirla, valores y qué dice sobre tu fertilidad (link video)

Referencias:
- Loutradis, D., Drakakis, P., Vomvolaki, E. et al. Different ovarian stimulation protocols for women with diminished ovarian reserve. J Assist Reprod Genet 24, 597–611 (2007). https://doi.org/10.1007/s10815-007-9181-2
- E. Somigliana, G. Ragni, F. Benedetti, R. Borroni, W. Vegetti, P.G. Crosignani, Does laparoscopic excision of endometriotic ovarian cysts significantly affect ovarian reserve? Insights from IVF cycles, Human Reproduction, Volume 18, Issue 11, November 2003, Pages 2450–2453, https://doi.org/10.1093/humrep/deg432
- Su HI, Sammel MD, Freeman EW, Lin H, DeBlasis T, Gracia CR. Body size affects measures of ovarian reserve in late reproductive age women. Menopause. 2008;15(5):857-861. doi:10.1097/gme.0b013e318165981e
- A El-Nemr, T Al-Shawaf, L Sabatini, C Wilson, A M Lower, J G Grudzinskas, Effect of smoking on ovarian reserve and ovarian stimulation in in-vitro fertilization and embryo transfer., Human Reproduction, Volume 13, Issue 8, Aug 1998, Pages 2192–2198, https://doi.org/10.1093/humrep/13.8.2192
Justin Rashtian & John Zhang (2018) Luteal-phase ovarian stimulation increases the number of mature oocytes in older women with severe diminished ovarian reserve, Systems Biology in Reproductive Medicine, 64:3, 216-219, DOI: 10.1080/19396368.2018.1448902